HABLA UN CAMPESINO COLOMBIANO

A los campesinos nos han negado todo lo que a otros les sobra.
Carlos Rodríguez; líder campesino de La Macarena, Meta.
¡Cuánto abandono del Estado sufrimos!
Hace unos años,
ataques de paramilitares y guerrilleros;
ahora, los efectos devastadores de la pandemia.
Bienes básicos, alimentación y salud,
nos son negados;
la seguridad es un bien muy lejano…
Desde el anonimato doy este testimonio,
el solo hecho de dar mi nombre
me significaría una muerte segura.
Este territorio que habitamos,
posesión de nuestros ancestros
desde hace cientos de años,
es la tierra que trabajamos
con amorosa dedicación,
Nos fue arrebatada por paramilitares y terratenientes
que nos obligaron a dejar nuestras tierras por décadas.
Pudimos retornar hace un lustro,
pero vivimos con amenaza permanente de grupos violentos,
también nos hostigan empresas multinacionales.
Vivir y trabajar en el campo, a veces,
se convierte en un infierno…,
muy lejos de las fantasías bucólicas pues
la carga de angustia, temor y la marginación
de la que es víctima el campesino es increíble.
Y, sin embargo…
¡Del trabajo campesino
depende el florecimiento de nuestra patria
y la alimentación de sus habitantes!
,
En ocasiones y con todas las limitaciones,
el trabajo artesano de la mujer
salva al grupo familiar de la hambruna
y logra que perduren tradiciones ancestrales.
¡Organizaciones humanitarias del mundo:
necesitamos de manera urgente,
se sepa y reconozca en qué condiciones
subsistimos y que se nos preste ayuda humanitaria!
¡Amamos la tierra y nuestra patria,
campesinos somos y en esa condición
queremos seguir viviendo y prestando servicio!
Delia Checa – D. A. R.
Mendoza, Argentina
Diciembre 2020
Publicado en la antología colaboración
entre Amnistía Internacional
y Biblioteca de las Grandes Naciones
Defensores de la Tierra Colombia.